Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
Jn 3, 17
Celebramos hoy la exaltación de la Cruz, los cristianos no somos ni mucho menos masoquistas, en este día le pido al Padre la fe suficiente para aceptar su voluntad, para sentirme en sus manos. Del mismo modo le pido que de mis labios no salgan palabras de condena, que tanto hacen sufrir a los otros y que llegue a comprender que su salvación es universal y llega a todos.
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