Va pasando el tiempo, y llegamos a la entrada número 100 del blog. Llevaba unos días pensando a qué debía dedicar esta entrada, y no tenía muy claro si hacer una recapitulación de todo lo que he ido expresando en el blog, si realizar un agradecimiento por todo lo que supone pararme para compartir con vosotros estas sencillas entradas, o todo lo que puedo leer por internet de otros bloggers.
Las lecturas de hoy, son sugerentes, y de una forma especial el Evangelio. Jesús pregunta a sus discípulos ¿quién dice la gente que soy yo? y pregunta a sus discípulos ¿Y vosotros quién decís que soy yo?. Llevaba unos días orando con estas preguntas, precisamente porque el Forum, del que ya os he hablado anteriormente, ha propuesto una iniciativa en la que piden a Jóvenes que cuenten qué supone Dios en su vida.
Comparto con vosotros el texto que voy a enviar por si estiman conveniente que sea publicado:
Dios me ama, y me invita a amar hasta el extremo.
La experiencia del Dios en el que creo pudiera ser asimilada a mis gafas, mis audífonos, y mis muletas. Mis gafas, porque cuando fijo mi mirada en Él y su cruz, mis ojos ciegos comienzan a ver realidades que hasta ahora estaban para mí ocultas; mis audífonos, porque cuando escucho su Palabra, mis oídos sordos comienzan a escuchar “el clamor de su pueblo” y mis muletas, ya que el pan de la Eucaristía, me invita a arriesgar y dar pasos con otros que de otra forma serían imposibles. Por ello, cuando veo todo esto en mí y en los otros, en medio del pecado y nuestra debilidad, sólo puedo decir como advirtió Jesús a Juan, que el Reino de Dios está cerca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario