Coincidiréis conmigo que la ceremonia de inauguración ha sido espectacular. Ha sido una demostración del poderío chino, la potencia que según muchos analistas afirman que será el motor y líder mundial.Su población, que asciende a los 1200 millones de personas viven en este inmenso país lleno de historia. En la asamblea de la JEC, tuve la suerte de conocer a un presbítero chino, que hace su tesis en la Universidad de Salamanca, fue un verdadero placer conocerlo y poder dialogar acerca de la realidad de la Iglesia en China.
Seguiremos aprendiendo en esta sociedad globalizada del "Gigante asiático".
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