A punto de terminar el día en el que celebramos la solemnidad del "Cuerpo y la Sangre de Jesús", aprovecho para dar gracias por el don de la Eucaristía.
Me llama la atención del Evangelio que en el día de hoy se ha proclamado en las celebraciones. Jesús "acogía", "hablaba del Reino" y "sanaba"... ¡Qué bueno sería para nosotros dedicarnos a esto! Allá donde estemos que acojamos a aquel que lo necesite, que sanemos sus dolencias, pidiendo también ser sanados y anunciando aquel Reino de fraternidad que sin duda nos haría más felices.
Ante la situación de necesidad, por la ausencia de comida, Jesús invita a sus discípulos a "dar de comer" a aquellos que lo seguían, sigue siendo el mandato evangélico que nos sigue haciendo a todos los que nos llamamos seguidores suyos. Llamados a dar de comer al hambriento.
Este día está unido a la celebración del día del Amor Fraterno, de día de la Caridad, de Cáritas, la acción caritativa de la Iglesia. Un año más, Cáritas nos hace tomar conciencia que "Juntos escribimos la historia" y sigue invitándonos a que "Vivamos sencillamente para que otros sencillamente puedan vivir". Aun queda mucho por andar, pero me siento afortunado de ir dando pequeños pasos en este dirección encaminados a tener una vida más sobria, a encontrar la verdadera razón de la vida en el compartir, en la entrega gratuita de aquello que cada uno tiene.
Que todos los días podamos encontrarnos con el Dios que se hace pan para repartirse a todos por igual y que nos invita de igual forma a entregarnos a nosotros...
¡¡FELICIDADES!!
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