"Venid vosotros solos a un lugar tranquilo a descansar un
poco" (Jn 6, 31).
El día de hoy es no lectivo la Universidad de Extremadura, celebramos el patrón santo Tomás de Aquino. Me llama profundamente la atención que en redes sociales como Twitter santo Tomás sea hoy "Trending topic", son sorprendentes los comentarios que la gente realiza acerca de la festividad de hoy, sobre el pensamiento de santo Tomás y cómo se mezclan los conceptos para crear una amalgama en la que uno no tiene claro casi nada.
En medio de todo esto, quisiera revindicar hoy la necesidad del descanso. No está bien visto en nuestra sociedad que existan días de descanso, muchos de los tweets que he leído del día de hoy criticaban el cierre de las instituciones universitarias. Debo decir que la Universidad de Extremadura un año más ha abierto sus Bibliotecas Centrales para acoger a los estudiantes que deseen estudiar. Ahora bien, ¿es posible que todos los servicios sean 24 horas los 365 días del año?. Los liberales, nos dicen que cuanto más amplio sea el servicio y más grande sea la oferta, mejor será el mercado y con ello la satisfacción del cliente. No se puede discutir esta afirmación, ahora bien ¿qué ocurre con el prestador del servicio?, ¿quién piensa en la persona que está trabajando para dar un servicio continuo? Pocas veces nos ponemos en su piel, cuando una profundiza en su situación descubre que en muchas ocasiones carece de las condiciones mínimas para el descanso y para la conciliación de la vida personal y familiar. Sufre la flexibilidad extrema que le lleva a estar cubriendo aquellas horas en las que la demanda es más grande.
Urge restituir el placer del descanso, del asueto. Lejos de ser lesivo para el ser humano el descanso rehabilita y hace posible el desarrollo de la tarea posterior, el descanso permite pensar, filosofar, leer y narrar aquello que te sucede en la vida. Resulta necesario tomar conciencia de aquello que vivimos y eso sólo puede ser el resultado de un espacio e intervalo conscientemente buscado y programado. Debemos permitirnos descansar y buscar actividades que llenen nuestro ocio más allá de consumir, el encuentro con el otro, la escucha atenta, la lectura de un libro, la práctica del deporte, el cuidado personal y del hogar, la oración... son actividades que nos hacen más personas, que nos ayudan a sentirnos más humanos.
Por ello, os deseo a aquellos que hoy podáis, que busquéis un espacio para el descanso y para los que no contéis con el día de hoy festivo que en vuestra vida, nadie os quite vuestro descanso.
