Hace mucho tiempo que no encontraba el momento y la calma suficiente para pararme y compartir con vosotros algunas de las cosas que vivo. Esta circunstancia sin duda me da miedo, en ocasiones voy a los sitios corriendo, las cosas urgentes se anteponen a las importantes y cual apaga fuegos deambulo de un lugar para otro sin saborear las cosas que voy viviendo.
Urge por tanto encontrar el momento oportuno para pararse y desentrañar las cosas que uno vive, para tomar conciencia de los momentos vividos, de los pasos dados.
Los días de final de cuatrimestre suelen ser bonitos, en medio de las actas y las correcciones de exámenes, dedicamos bastante tiempo a la finalización y defensa de los Proyectos de Fin de Carrera (PFC). Los PFCs son trabajos que se desarrollan al finalizar las carreras de la rama de la Ingeniería y la Arquitectura, con buen criterio esta iniciativa se ha extendido al resto de las titulaciones con la instauración de las titulaciones en el Espacio Europeo de Educación Superior.
En la convocatoria de Junio hemos tenido la oportunidad de celebrar la defensa del Proyecto de Alejandro Píriz. Alejandro es ya un Ingeniero en Electrónica, pero ante todo es un buen amigo, que ha hecho de su estancia en la Escuela de Ingenierías Industriales un espacio de transformación y de siembra fecunda.
El título de su Proyecto, habla mucho de él: "Implantación de Sistema de Responsabilidad Coorporativa según la norma SGE21:2008 en una microempresa extremeña" en un momento actual que una persona se preocupe de la Responsabilidad Social es sin duda un gesto profético, merece la pena en este instante histórico tan marcado por la macroeconomía financiera, por los rescates a los países y el hostigamiento de los servicios públicos, reflexionar acerca de los instrumentos que desde la economía, la economía real tenemos para hacer de nuestro mundo un espacio más habitable. En este sentido, las iniciativas de Responsabilidad Social intentan reflexionar acerca del papel que las instituciones públicas y privadas tienen en el desarrollo de la sociedad, porque al contrario de lo que nos quieren hacer creer hay una forma distinta de entender el ejercicio del trabajo, de la gestión de una empresa que contribuye de forma radical con el desarrollo de la persona y su posicionamiento en el centro de la actividad económica.
El trabajo presentado con motivo de la finalización de la titulación ha sido fiel reflejo de la actividad y las competencias desarrolladas a lo largo de estos años en la Escuela de Ingenierías Industriales. El papel de Alejandro ha sido fundamental en la dinamización de espacios de participación estudiantil como el Consejo de Estudiantes (allá por el año 2005), en el surgimiento y desarrollo de ONGAWA (antes ISF ApD). Sin duda la Escuela se ha beneficiado de las capacidades y personalidad de Alejandro y debemos sentirnos agradecidos por haber tenido un estudiante que no sólo ha buscado pasar rápidamente por la Universidad, sino que ha desarrollado una actividad que que también ha mejorado la institución.
La defensa del proyecto también habló de la forma en la que se ha desarrollado su trabajo, allí estuvimos apoyando "en tropa" en palabras de un miembro del tribunal, con el apoyo incluso de Pablo, recién nacido, las alegrías cuando son compartidas, con la familia, con los amigos, con los compañeros, resultan más intensas aun si cabe.
La alegría por la finalización de esta etapa académica, se une al deseo de continuar trabajando, en el tribunal se animaba a continuar con la formación académica, otros pensábamos en la imprescindible relación Universidad-empresa. En todo caso resultaría muy interesante no romper con esta vinculación.
Me siento privilegiado por poder compartir la vida con personas como Alejandro, por poder aprender de su forma de estar, de servir. Seguimos en la tarea hermano...
