Hoy los cristianos celebramos la Cruz.
Jesús toma conciencia de que su opción su forma de enteneder la relación con el Padre y con los hermanos, de forma especial los más débiles y marginados de su sociedad, su posición respecto a la Ley y el Templo le va a causar problemas. Jesús acepta e introduce como posibilidad que su muerte puede ser una consecuencia y un paso imprescindible para la instauración del Reinado de Dios.
Con su muerte, Jesús se une a tantos crucificados que aun en el día de hoy siguen estando clavados en las cruces de nuestro mundo. Dedicaremos el día de hoy a contemplar a Jesús en la Cruz y con él a tantos hombres y mujeres que en los márgenes de nuestro mundo siguen crucificados con Él... Tras la cruz, llegará el silencio.
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