lunes, 12 de marzo de 2012

El poder sanador de Jesús


Este fin se semana he tenido la experiencia de compartir con un grupo de 20 personas un taller de Focusing en la Casa de Ejercicios de San Pablo que la Compañía de Jesús tiene en Dos Hermanas (Sevilla) acompañados Isabel Gascón.
El perfil de los compañeros diversos, creyentes y no creyentes, la motivación por la cual estábamos allí también, en todo caso existía un afán de búsqueda, de un mejor conocimiento de uno mismo, así como ganas de compartir la experiencia con otros.
La casa de Ejercicios, sencilla, abierta, reformada, acogedora. Acompañando, en la distancia, el P. Navarrerte, deseando que nuestra estancia fuera provechosa, y recordándonos al final de la experiencia el mensaje de Jesús, animándonos a vivir en nuestra vida el mandamiento central de Jesús y contextualizando el curso (algo muy breve mostrando que lo principal era la acogida y la sanación de los que allí estábamos ¡¡FANTÁSTICO!!).
La programación de la Casa de San Pablo desea propiciar el encuentro y la sanación de la persona, por eso, además de los Ejercicios propios acompañados por jesuitas, ofrecen numerosos cursos de psicología y ayuda y los sábados de meditación y silencio.
Cada vez tengo más claro que en nuestro seguimiento de Jesús, ante todo debemos pedirle que nos sane, y en la medida de lo posible propiciar que existan procesos de sanación y curación de aquellos que se acerque a nuestras comunidades rotos por la vida. Esa ha sido mi experiencia en la JEC, y en Profesionales Cristianos, y esa debiera ser la experiencia de aquel que se acerca a nuestras comunidades.
El domingo terminó con la celebración de la Eucaristía en Badajoz. La liturgia proponía el texto de la expulsión de los mercaderes del templo (Jn, 2 13-25), me sorprendieron aquellas palabras del Evangelio:
 "...Él sabía lo que hay en el interior del hombre" (Jn 2, 25 b)
Jesús, conoce todo lo que hay dentro de nosotros, incluso aquello que nosotros no llegamos a conocer, y nos quiere como seres de luz, hijos del mismo Padre. En ese camino, hacia la plenitud estamos.

3 comentarios:

Tete dijo...

Me alegra mucho verte tan feliz.
Un abrazo amigo.

Jesús Sánchez Martín dijo...

Curar como cura el Padre, no es solo sanar, sino cuidar, de ahí la raíz latina. Curar de las gentes para curarnos nosotros, el sanador sanado.

Que la experiencia sea un talento más que ponemos al servicio.

Un fuerte abrazo, y gracias por este resurgir bloguero!

Unknown dijo...

Gracias a ambos por vuestros comentarios. La debilidad nos hace más sencillos y cercanos a los que sufren. Nos vemos