Hoy celebro mi 32 cumpleaños, es cierto que lo realmente importante se descubre en lo ordinario y cotidiano de la vida. Es allí donde se manifiesta, en lo pequeño y lo sencillo, la belleza y hondura de aquello que pasando muchas veces desapercibido, da razón de ser a nuestra existencia. Es allí donde se desarrollan tantos gestos de amor gratuito, de entrega sincera, de trabajo compartido. Se trata del espacio y el tiempo donde se manifiesta la amistad, el amor de la pareja, la incondicionalidad de la familia.
Me considero un afortunado por compartir esa vida cotidiana con tanta gente buena, por poder leerla creyentemente con mi Grupo de Revisión de Vida y en el seno de una Iglesia, que siendo pecadora, es también comunidad peregrina.
Sólo puedo agradecer la dicha de gozar con los pequeños pasos, las pequeñas acciones, las pequeñas decisiones y en el trasfondo de todo con un Dios que se hace don gratuito.
Todas estas cosas, hacen que los deseos de tantas buenos amigos, se hagan realidad en este día. Me siento feliz, una felicidad sobria y convencida.
Gracias a todos, por quererme incondicionalmente en lo cotidiano, por compartir este maravilloso camino que es la vida... Seguimos caminando juntos.
Gracias a todos, por quererme incondicionalmente en lo cotidiano, por compartir este maravilloso camino que es la vida... Seguimos caminando juntos.