lunes, 31 de diciembre de 2012

¡¡Feliz Año Nuevo!!

En días como hoy tendemos a hacer una lectura de lo que ha sido el año que acabamos y miramos unos con ilusión y otros con miedo lo que nos deparará el año que comenzamos.
Me gustaría tener esa capacidad para ir descubriendo, destilando, recordando (pasando por el corazón según su etimología) tantos momentos y experiencias que ha traído el año 2012, quisiera agradecer todos y cada uno de ellos, la cercanía de tanta buena gente que me rodea, aprender de ellos.
Para el año que comenzamos deseo, os deseo la capacidad para disfrutar profundamente de la vida, del presente, creo que los momentos que vivimos requieren de hombres y mujeres despiertos que sepan "leer" aquello que les sucede, que disfruten y gocen de la vida aquí y ahora. 
Comparto la opinión expresada hoy por Benedicto XVI: "Si queremos entender el mundo y la vida debemos ser capaces de permanecer en silencio y meditación, en la reflexión silenciosa y prolongada debemos saber pararnos y pensar", no es un mal deseo para el año que comenzamos.
Sed felices.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Feliz Navidad



“Os anuncio una gran alegría: Hoy en la ciudad de David os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor”
Lc 2, 10
Si hay algo que es propio del Evangelio es que provoca ruptura, desasosiego, que rompe los cauces establecidos. Cuando no lo hace, escuchamos/anunciamos un Evangelio edulcorado, domesticado, hecho a nuestra imagen y semejanza.
El misterio que celebramos hoy, es ante todo eso, Misterio. Un Dios que se hace hombre y que lo hace desde la sencillez y la humildad de una aldea de Israel. Y lo hace así porque quiere mostrar el rostro de un Dios Padre al que no alcanzamos a comprender, un Dios parcial que actúa con una infinita misericordia, que pone en el centro al débil y al pobre, que ama sin esperar nada a cambio.
Frente a la lógica del mercado, Jesús nos va  a mostrar la lógica del regalo, de la entrega, en palabras de Francesc Torralba, la lógica del don.
¿Es posible hablar hoy de alegría? Yo creo que sí, me siento afortunado por haber conocido el mensaje de Jesús. En esta noche, en la vida, tan sólo podemos descalzarnos, estar en silencio y meditar este Misterio, del Dios encarnado.
Os deseo que sepamos entrar en lo profundo de esta experiencia y que lo manifestemos en nuestras vidas. Sólo desde ahí podremos desearnos y vivir una Feliz Navidad